Depilación láser en primavera: advierten alza de quemaduras, según Clínica INDISA
El aumento de las temperaturas impulsa la demanda por depilación láser, pero expertos alertan sobre un mayor riesgo de quemaduras, manchas e inflamación durante esta estación por el aumento de radiación UV. ¿Conviene iniciar el tratamiento ahora o postergarlo para otra temporada?
Cómo opera la depilación láser
La depilación láser se basa en la fototermólisis selectiva, un mecanismo que dirige la energía al pigmento del vello. “El láser se programa para atacar un objetivo específico de color, llamado cromóforo, buscando específicamente el pigmento oscuro del pelo”, explica la Dra. Claudia Moreno, dermatóloga de Clínica INDISA. Este enfoque resulta más eficaz en vello marrón a negro y muestra escasa respuesta en vello rubio o pelirrojo.
Consulta información institucional en el sitio oficial.
Primavera y riesgo aumentado
Radiación UV más alta: la piel está más fotoexpuesta y vulnerable.
Mayor sensibilidad cutánea: tras meses de menor exposición, la piel reacciona con más facilidad.
Hiperpigmentación por bronceado: incrementa la posibilidad de manchas irregulares.
Menor eficacia: el contraste piel–vello disminuye, afectando los resultados.
¿Has notado bronceado reciente o enrojecimiento persistente? Posponer las sesiones puede reducir complicaciones y optimizar el resultado final.
Efectos adversos y señales de alerta
Entre las consecuencias reportadas en esta época se observan quemaduras, manchas oscuras o claras, inflamación prolongada y, en situaciones severas, cicatrices permanentes o cambios de textura. “Esto puede ocurrir porque el láser, al atacar la melanina del pelo, también afecta temporalmente la capacidad de la piel para protegerse del sol, provocando una fotosensibilidad extrema que hace que incluso breves exposiciones solares desencadenen reacciones cutáneas que normalmente requerirían horas de exposición en piel no tratada, comprometiendo tanto los resultados estéticos del procedimiento como la salud de tu piel”, advierte la dermatóloga.
¿Presentas alguno de estos signos tras una sesión? Considera atención médica si hay:
Ampollas que persisten más de 48 horas.
Enrojecimiento que se extiende más allá del área tratada.
Dolor intenso que no cede con analgésicos habituales.
Fiebre o malestar general.
Cambios de coloración anormales.
Hinchazón progresiva.
Cuándo hacerlo y cuidados clave
La Dra. Claudia Moreno, de Clínica INDISA, sugiere programar el tratamiento en otoño o invierno: "La menor exposición solar y la tendencia a llevar más ropa que cubra la piel facilitan el proceso de recuperación y minimizan los riesgos". Si ya iniciaste sesiones, evita cualquier exposición solar 4 semanas antes y después y usa protector de amplio espectro diariamente.
Usar productos de limpieza suaves.
Mantener hidratación constante.
Evitar la exposición solar directa.
Aplicar FPS 50+ de forma rigurosa.
Preferir ropa protectora en áreas tratadas.