Ciberseguridad 2025: IA, Zero Trust y automatización definen la defensa empresarial
El aumento sostenido de intentos de intrusión eleva la presión sobre las áreas de seguridad. Especialistas de TIVIT apuntan que Inteligencia Artificial, Zero Trust, automatización y ciberresiliencia dejaron de ser promesas para convertirse en pilares que protegen la continuidad operativa. ¿Cómo priorizar su adopción sin perder control ni trazabilidad?
IA con doble filo y supervisión humana
La IA potencia tanto a atacantes como a defensores. Del lado ofensivo, facilita phishing hiperpersonalizado, malware más evasivo y deepfakes; del defensivo, acelera la detección de anomalías, el correlacionamiento de eventos y la anticipación de patrones maliciosos. El desafío pasa por confianza, auditabilidad y gobernanza en su uso.
“La IA está redefiniendo el modo en que enfrentamos los ciberataques: nos da velocidad y más precisión, pero requiere siempre supervisión humana y reglas claras para evitar nuevos riesgos”, Pablo García, BDM Cybersecurity LATAM de TIVIT.
De acuerdo con el informe Cost of a Data Breach 2025 de IBM, el costo promedio global de un incidente se ubica en USD 4,44 millones, un descenso de 9% interanual atribuido a soluciones de IA y automatización que acortan tiempos de detección y contención.
Zero Trust para entornos fragmentados
El modelo Zero Trust se impone en escenarios con trabajo remoto, múltiples nubes y dispositivos heterogéneos. Su despliegue demanda cambios organizacionales: gestión avanzada de identidades, segmentación interna, políticas dinámicas y visibilidad continua, además de patrocinios ejecutivos y capacitación.
“Zero Trust no es solo una estrategia tecnológica, es un cambio cultural: implica verificar permanentemente la identidad y el acceso de cada usuario, aplicación o dispositivo. Requiere liderazgo, capacitación y compromiso organizacional para funcionar de manera efectiva”, subrayó García.
Automatización y orquestación con control
Plataformas SOAR integran herramientas de seguridad y ejecutan acciones ante incidentes repetitivos: aislamiento de equipos comprometidos, bloqueo de IPs maliciosas y emisión de alertas. Este enfoque libera a los equipos para amenazas de mayor complejidad, siempre que existan reglas claras, monitoreo constante y opciones de reversión para evitar efectos indeseados por falsos positivos.
Ciberresiliencia como estándar operativo
La ciberresiliencia prioriza resistir, recuperarse y continuar operando bajo ataque. Incluye planes de contingencia, respaldos segmentados, ejercicios de simulación y estrategias de continuidad del negocio. En la región, la escala del desafío queda evidenciada por cifras recientes: se reportaron 27.600 millones de intentos de ciberataques en un año en un país vecino, y más de la mitad de las empresas afectadas pagaron rescates, lo que subraya la necesidad de preparar capacidades de respuesta y recuperación.
“En 2025 vemos que la Inteligencia Artificial, Zero Trust, la automatización de respuestas y la ciberresiliencia ya no son conceptos de futuro, sino realidades que las organizaciones deben adoptar hoy. Estas tendencias están redefiniendo la forma en que enfrentamos los ciberataques y permiten a las empresas ser más ágiles, seguras y resilientes en un entorno cada vez más dinámico y desafiante”, destacó Pablo García, BDM Cybersecurity LATAM de TVIT.
Ante este panorama, ¿qué tan preparada está su organización para medir tiempo de detección, contención y recuperación sin perder cumplimiento ni trazabilidad?